22 de febrero de 2011

Echar taloak

"El maíz es más útil en Guipúzcoa; trájose desde Indias la primera vez a esta provincia, y lo trajo Gonzalo Percáiztegui, natural de Hernani, y se comunicó después a otras provincias. Es grano que proviene con abundancia y se ha de sembrar desde San Marcos adelante. Hácense de su harina panes grandes y pequeños y tortas delgadas que, calientes, son de buen gusto, y también los panes más gruesos; y en acostumbrándose, muchas gentes quieren más pan de maíz que de trigo. Y los hombres de monte, como carboneros, leñadores y otros, no quieren pan de trigo, sino de maiz, que es alimento recio y fuerte, y aguantan con él su trabajo, lo que no pueden con el pan de trigo. Y así llevan harina al monte, y en sus chaolas, que son chozas, la amasan, hacen sus artopillac, tortas subcinericias, que cuecen bajo la ceniza y con esto y la haba cocida, que es también alimento fuerte, resisten a todos los temporales de aguaceros, hielos, nieves y huracanes. El maíz es también el pan común de la gente pobre y labradora".
Esto escribió el Padre Larramendi (1690-1766) en su obra sobre Guipúzcoa.
El maíz ha sido y es el alimento principal de Mesoamérica. Primero lo fue en su estado salvaje y posteriormente tras su domesticación ganó en tamaño y calidad.
Existen diversas versiones sobre el origen del maíz. Así en el Chilan Balan de Chumayel, libro que recoge un conjunto de mitos y leyendas mayas, lo cuenta de esta forma:
"El maíz estaba oculto bajo una gran peña y sólo las hormigas lo conocían. Un día la zorra halló y probó unos granos de maíz que las hormigas habían dejado caer cuando lo sacaban. Los comió y le parecieron deliciosos. Cuando las hormigas volvieron esa noche, la zorra las siguió, pero la grieta que había en la roca era demasiado pequeña para que pudiera alcanzar el maíz. Por lo tanto, hubo de contentarse con los granos que dejaban caer las hormigas.
Al regresar junto a los otros animales, la zorra se ventoseó; aquellos quisieron saber qué había comido que hasta sus vientos olían tan bien. La zorra negó haber hallado un nuevo alimento, pero los otros animales la siguieron en secreto y vieron lo que comía. Ellos también comieron maíz y les gustó y pidieron a las hormigas que les sacaran más granos. Las hormigas se avinieron al principio, pero viendo que no podían aprovisionar a todos los animales se negaron a sacar más maíz. Los animales pidieron ayuda a las grandes hormigas rojas y después a la rata, pero no pudieron meterse en la grieta. Finalmente, comunicaron al hombre el secreto de aquel maravilloso alimento y éste pudo romper la roca y extraer el maíz".
Según recogió don José Miguel de Barandiarán, fue Samartin (San Martín), llamado también Samartintxiki y San Martinico, quien robó la semilla de arto «mijo» o «maíz». No sabiendo cuando sembrar se acercó sigilosamente donde vivían los basajaun y allí les oyó cantar lo siguiente: Elorritxoa loran dago, artoa ereinda lo dago «el espinito esta en flor, el mijo sembrado dormido está», lo que señalaba la época de la siembra del mijo o del maíz y suponía que éste duerme entre la siembra y el momento de su germinación, creencia vinculada sin duda al sentido de la voz vasca erne que significa «germinar» y «despierto». En otra versión, el basajaun canta: Elorritxoa loran da-go, arica ereiten giro dago «el espinito está en flor, para siembra del maíz buena sazón».
Según las leyendas Samartin también les robó las primeras semillas de trigo, el secreto de la fabricación de la sierra y la soldadura y algunas mejoras en la construcción de los molinos.








20 de febrero de 2011

Harriet Powers - o lo frustrante de no pertenecer a ninguna minoría.

It was when Daddy died. I was about seventeen, eighteen. He stayed sick about eight months and passed on. Mama say, 'I going to take his work clothes, shape them into a quilt to remember him, and cover up under it for love.' She take his old pants legs and shirttails, take all the clothes he had, just enough to make that quilt, ahd I helped her tore them up. Bottom of the pants is narrow, top is wide, and she had me to cutting the top part out and to shape them up in even strips.




Lola Casanova

Lola Casanova era una joven de dieciocho años, bellísima, según afirmaron quienes la conocieron. Era hija de españoles residentes de la comunidad guaymense. El padre, un rico comerciante, estaba orgulloso de aquel portento de mujer: ojos verdes como las aguas de la bahía, cabellera dorada como espiga de trigo maduro, la piel blanca y en su rostro dos chapetas como rosas de Jericó. Era la Dulcinea de los jóvenes más apuestos del lugar. Pero el viejo Casanova tenía ya planes para casar a su unigénita con un rico peninsular que residía en el mismo puerto. Un hermano del señor Casanova que vivía con su familia en Hermosillo, en varias ocasiones invitó a su sobrina a que fuese a pasar una temporada en su hogar, al lado de sus hijas también adolescentes; la insistencia tuvo su fruto cuando el padre de Dolores accedió a que su hija pasara sus vacaciones en casa de las primas.

En ese tiempo los seris andaban perpetrando depredaciones en los lugares cercanos a la costa, desde Guaymas hasta las playas de Altar; por ello las diligencias que daban servicio a los viajeros del Puerto a la antigua Villa del Pitic, eran protegidos por una numerosa escolta de dragones. Así lo dispuso el General José María Yáñez. Doloritas, como la llamaba su padre, salió de Guaymas la mañana del 2 de abril. Aún hacía frío y los quince dragones que escoltaban la diligencia llevaban puestos sus chaquetones. Era una guardia especial que las autoridades militares concedieron a tan distinguida joven. Lola no sólo iba protegida por la tropa y varios viajeros; también iba con ella su madrina.

El vehículo y los guardias iban a regular velocidad, "Los tres troncos de robustas bestias", decía el auriga, "pueden hacer volar la diligencia". Pero no podían ir más aprisa; tenían que caminar al paso de los otros carros que formaban una fila, pues muchos viajantes aprovecharon la guardia para hacer tan peligrosa travesía.

En su libro, el periodista Federico García Alva, dice:
"Al llegar el convoy a un punto conocido como La Palmita, los seris lo atacaron y después de un reñido combate los indígenas vencieron. Algunos carreros murieron, otros lograron huir, y desmayada en uno de los carros quedó la infeliz Lola Casanova.

El jefe de los seris, un individuo de elevada estatura y atlética musculación (sic), tomó en sus brazos la bella prenda y huyó con ella por valles y montañas y al reposarla suavemente en la dura peña se constituyó su guardián y ansioso esperó hasta que la joven volvió en sí. Lola al abrir sus ojos y mirarse junto a aquel tostado guerrero, primero quedó como petrificada y después pretendió huir, pero el indio cogiéndola por la ropa cayó de rodillas a sus pies y le dijo en claro español: que no temiera de él nada, ni huyera, que él, aunque jefe de la tribu, no era seri sino pima y muy joven en un combate había caído en poder de los seris, a quienes a través de los años había logrado dominar por su valor y su destreza, que a ella la adoraba y que la haría reina de la tribu.

"La infeliz Lola estaba perdida e indudablemente no por amor, pero sucumbió a la feroz pasión de aquel temible salvaje que, librando heroicos combates con los principales cabecillas de la tribu que se opusieron al advenimiento de esa reina, al fin la impuso".

El señor García Alva incurre en un error en lo que asevera en el último párrafo trascrito, porque los indígenas de Sonora, como sucede hasta la fecha, siempre han respetado a las mujeres de sus congéneres de la misma tribu, aún cuando aquéllas sean de otras razas.
Dice la leyenda -¿o historia, quizá?- que Coyote-Iguana, el cacique que secuestró a la muchacha blanca, era un individuo de una estatura de más de un metro con noventa centímetros, lo que era muy común entre los antiguos seris, los más altos de los nativos de América, y que tenía una musculatura que le hacía invencible en el combate de cuerpo a cuerpo.

Cuentan también que el cabecilla seri se prendó tanto de Lola, que la llevó a su aldea y no queriendo tenerla prisionera le construyó su propia vivienda. El indígena sabía que la muchacha no podía huir por no saber en qué lugar se encontraba la comunidad seri. Además ha llegado a saberse hasta nuestros días transmitido de boca en boca, que Coyote-Iguana durante mucho tiempo respetó la integridad de la joven y que por las noches iba hasta la morada de ella a cantar en su dialecto canciones de amor, que se escuchaban por toda la aldea.

Lola, por ser joven, pronto aprendió el dialecto seri y las costumbres de la tribu, empezando a hacer vida común entre las mujeres solteras. Mientras tanto, Coyote-Iguana, perdidamente enamorado de la muchacha, en los combates con las tropas del Gobierno o con los guerreros de otras tribus, siempre se le veía delante de sus hombres, sin importarle morir; por ello los seris temían perder a su caudillo.

En muchas ocasiones el pima convertido en jefe seri, recibió heridas que hubiesen hecho morir a cualquier otro hombre; y en cada ocasión que el gigante llegaba a la aldea ayudado por sus guerreros, Lola lavaba y curaba sus heridas.

Después de dos años de la fecha del secuestro, Coyote-Iguana perdió la esperanza de conquistar el corazón de Lola y un día se presentó en el habitáculo de la muchacha, diciéndole:

-Mañana, antes salir sol, tú poder volver tu tierra. Dos guerreros acompañarte cerca Guaymas.
Entonces la mujer blanca respondió:
-Yo no quiero irme.
-¿Por qué?- pregunto el cacique y ella respondió, bajando la vista como lo hacen las mujeres indígenas cuando les habla su hombre:
-Porque quiero ser tu mujer.

Doña Manuelita Romero viuda de De la Llata, quien murió después de haber cumplido cien años de edad en 1933, era tía de mi padre y vivió hasta el día de su deceso en una casa de la propiedad de él, que estaba ubicada contra esquina de la Catedral de Hermosillo, que fue demolida para construir el Boulevard Miguel Hidalgo y Costilla, era una anciana que poseía una memoria prodigiosa. Por eso en mi niñez siempre procuré acompañar a mi progenitor cuando la visitaba para proveerla de lo que requiere la subsistencia. Los relatos de mi tía-abuela siempre me conmovían o me alegraban; tenía un gran encanto cuando contaba anécdotas, cuentos o viejas historias; "parecía", afirma mi hermana Gloria, "que cuando hacía sus relatos nos llevaba de la mano al lugar de sus personajes, reales o ficticios, y nos hacía sentir las emociones que la embargaban al recordar los sucesos de su niñez y juventud". En tan luenga vida la muy amada viejecita muchas cosas tenía que contar; a ella gustábale relatarlas y a mí me encantaba escucharlas.
Un día dijo me la tía Manuelita:
-¡Ah! Si tú hubieras visto como yo a Lolita Casanova, la muchacha que se llevó un jefe seri, habrías pensado que tenías enfrente a un angel vestido de mujer. Yo la conocí porque... ¿sabes? Mi papá también era español y un día que fuimos a Guaymas visitamos a la familia Casanova. La anciana estuvo un rato pensativa, como hurgando en el arcón de los recuerdos. Enseguida continuó, con la vista fija en el techo de la habitación, como si estuviese pensando en voz alta:

-De esto hace ... hace casi ochenta años ... ¡Pero parece que la estoy viendo en este momento!
La tía volvió a permanecer en silencio y noté en su rostro que lloraba interiormente; pues dicen que los viejos no tienen lágrimas porque ya derramaron todas. Y yo sentí un nudo en la garganta cuando siguió con su relato.

-El señor casanova y su esposa murieron al año siguiente del secuestro.
Al no lograr localizar a su hija perdieron el interés en seguir viviendo. El tío de Lolita se hizo cargo de los negocios del muerto y gastó una fortuna tratando de rescatar a su sobrina.

Como la viejecita dejó de hablar, seguramente porque los recuerdos estrujaban sus sentimientos, inquirí, inquieto:
-¿ Y qué pasó al final, tía Manuelita ?
-Poco después hubo revoluciones, muchas revoluciones; se impuso el Imperio de Maximiliano y sucedieron muchas batallas. Por eso el tío de Lolita tuvo que suspender la búsqueda de su sobrina.
La ancianita guardó silencio durante unos segundos antes de continuar: -Pero un día la localizaron, después de quince años del asalto a la diligencia. Los ojos claros de la tía no podían percibir las emociones en mi rostro; la ceguera senil sólo le permitía ver mi silueta. Sin embargo quiso complacer mi curiosidad y terminó su relato:

-Lolita no quiso regresar al mundo civilizado. Dijo que amaba a Coyote-Iguana.
Y a mi, que era un niño, me satisfizo el final de la narración, considerando que ese drama tan doloroso merecía un epílogo feliz.

14 de febrero de 2011

Aspectos geográficos de Puebla

En la cosmovisión de las viejas culturas indígenas del México prehispánico y sus descendientes, volcanes como el Popocatépetl, el Iztaccíhuatl, el Citlaltépetl, el Nevado de Toluca y la Malinche, además de otras grandes montañas y cerros menores, son seres vivos, con un pasado protagónico divino o heroico, que conservan poder y que ahora se siguen manifestando.

Nuestros volcanes tienen nombre, sexo, pasiones y un pasado histórico, desde su nacimiento mítico hasta peleas por amores, como lo hacen cotidianamente las personas, aunque han sido adorados como dioses.

Fueron los mexicas quienes les otorgaron los nombres con los que actualmente conocemos a la pareja legendaria de enormes volcanes que enmarcan el Valle de México y que se encuentran ubicados entre los estados de México, Puebla y Morelos.

Popocatépetl deriva su nombre en náhuatl del verbo popoa que significa “humo” y del sustantivo tepetl, “cerro”; es decir, el “Cerro que humea”, debido a que desde aquellos tiempos ya emanaba esa ligera fumarola que hasta hace un par de años veíamos con cierta tranquilidad, ya que últimamente ha aumentado la actividad del volcán.
Iztaccihuatl deriva de los vocablos indígenas iztac, “blanco” y cíhuatl “mujer”, que juntos quieren decir “Mujer blanca”, aunque ahora nosotros la conozcamos con el ya popular nombre de la “Mujer dormida”.

El nacimiento del Iztaccíhuatl y el Popocatépetl ha dado origen a numerosas leyendas, incluyendo la del idilio de los volcanes, que se remonta a la época prehispánica, pero se difundió principalmente durante la Colonia. Ha llegado hasta nuestros días con diferentes versiones, de las que contaremos la más conocida:

Hace tiempo, cuando los aztecas dominaban el Valle de México, los otros pueblos debían obedecerlos y rendirles tributo, pese a su descontento. Un día, cansado de la opresión, el cacique de Tlaxcala decidió pelear por la libertad de su pueblo y empezó una terrible guerra entre aztecas y tlaxcaltecas.

La bella princesa Iztaccíhuatl, hija del cacique de Tlaxcala, se había enamorado del joven Popocatépetl, uno de los principales guerreros de este pueblo. Ambos se profesaban un amor inmenso, por lo que antes de ir a la guerra, el joven pidió al padre de la princesa la mano de ella si regresaba victorioso. El cacique de Tlaxcala aceptó el trato, prometiendo recibirlo con el festín del triunfo y el lecho de su amor.

El valiente guerrero se preparó con hombres y armas, partiendo a la guerra después de escuchar la promesa de que la princesa lo esperaría para casarse con él a su regreso. Al poco tiempo, un rival de Popocatépetl inventó que éste había muerto en combate. Al enterarse, la princesa Iztaccíhuatl lloró amargamente la muerte de su amado y luego murió de tristeza.
Popocatépetl venció en todos los combates y regresó triunfante a su pueblo, pero al llegar, recibió la terrible noticia de que la hija del cacique había muerto. De nada le servían la riqueza y poderío ganados si no tenía su amor.

Entonces, para honrarla y a fin de que permaneciera en la memoria de los pueblos, Popocatépetl mandó que 20,000 esclavos construyeran una gran tumba ante el Sol, amontonando diez cerros para formar una gigantesca montaña.

Desconsolado, tomó el cadáver de su princesa y lo cargó hasta depositarlo recostado en su cima, que tomó la forma de una mujer dormida. El joven le dio un beso póstumo, tomó una antorcha humeante y se arrodilló en otra montaña frente a su amada, velando su sueño eterno. La nieve cubrió sus cuerpos y los dos se convirtieron, lenta e irremediablemente, en volcanes.

Desde entonces permanecen juntos y silenciosos Iztaccíhuatl y Popocatépetl, quien a veces se acuerda del amor y de su amada; entonces su corazón, que guarda el fuego de la pasión eterna, tiembla y su antorcha echa un humo tristísimo…

Durante muchos años y hasta poco antes de la Conquista, las doncellas muertas por amores desdichados eran sepultadas en las faldas del Iztaccíhuatl.

En cuanto al cobarde tlaxcalteca que por celos mintió a Iztaccíhuatl sobre la muerte de Popocatépetl, desencadenando esta tragedia, fue a morir desorientado muy cerca de su tierra, también se convirtió en una montaña, el Pico de Orizaba y se cubrió de nieve. Le pusieron por nombre Citlaltépetl, o "Cerro de la estrella" y desde allá lejos vigila el sueño eterno de los dos amantes a quienes nunca, jamás podrá separar.

Como dato curioso, en la Colonia se contaba que en una ocasión el Popocatépetl perdió el sombrero de charro que cubría su cabeza, es decir, su cráter, porque quería meterse con Doña Esperanza Malinche, de Tlaxcala y Puebla, y el Pico de Orizaba, el esposo de ésta, le tiró una gran pedrada. Otra versión dice que lo hizo la propia Malinche, por haberla dejado plantada, ya que él siempre ha sido fiel a su difunta amada Iztaccíhuatl.

El Citlatépetl tiene 5,747 metros de altura, el Popocatépetl 5,452, el Iztaccíhuatl 5,286 y La Malinche 4,461. Son los cuatro volcanes más altos y espectaculares de México.





12 de febrero de 2011

El segundo apellido


Julio Montesinos es el hijo de una importante y millonaria familia, pero vive dominado por Lucrecia, su castrante madre. Lucrecia decide el futuro de su hijo, incluso hasta el punto de escoger con quien debe casarse, pero ahí el destino le juega una mala jugada. Angela, la esposa de Julio, es estéril y padece de cáncer lo que la obliga a llevar una vida de inválida y a evitar sus deberes conyugales.

Lucrecia no soporta a Angela y desea que Julio se divorcie de ella y se case con quien pueda engendrar hijos. Para colmo, los Montesinos tienen que soportar la presencia del vividor Diego, hermano de Angela. Una noche, Diego trae a casa de su cuñado a dos cabareteras borrachas: Karicia y la Güera Salomé. Julio, quien no ha tenido relaciones sexuales, se impresiona cuando Salomé lo besa en la boca.

Las cabareteras trabajan en el Bar de Ruby, pero Salomé es diferente a las demás mujeres del lugar. A pesar de haber llevado una vida miserable en la calle, de carecer de estudios y familia, sueña con el verdadero amor que espera llegará a su vida. Entre tanto, se consuela bebiendo, bailando y aguantando las atenciones del Figurín, un amante de ocasión que tiene vínculos criminales.

Sin embargo, ese breve encuentro ha cambiado las vidas de Julio y Salomé, quienes se volverán a encontrar y cada vez afianzarán más el sentimiento que ha nacido entre ambos. Es ese romance absurdo y condenado a no perdurar, el que le da una idea a la manipuladora Lucrecia: que Salomé sea la madre de su nieto.

Aunque al principio el plan parece aberrante, pronto cobra sentido cuando Salomé efectivamente queda embarazada. Julio, torpemente, reconoce su amor por la Güera, pero no puede abandonar a Angela que acepta criar al niño como propio. Salomé, desilusionada, se resigna a entregar a su hijo a los Montesinos con el consuelo de saber que lo criarán como a un rey. Sólo que, a último minuto, la cabaretera se arrepiente y huye al Norte en compañía de su bebé y de los dos hijos pequeños de un amigo a quien la esposa ha abandonado. Es allá donde Salomé morirá y será reemplazada por Fernanda, mujer de negocios y madre de tres hijos. Es esa mujer la que regresa a la capital veinte años más tarde. Ahora será el turno de Julio y de Lucrecia el reconocer cual de los tres hijos de la Güera es el heredero de la fortuna Montesinos.



7 de febrero de 2011

(h)

Hace unos meses mi esposo comenzó a pasar mucho tiempo frente a la computadora, a altas horas de la noche y en la madrugada, diciéndome que tenía que "buscar información". Hace unos días entré inesperadamente al cuarto y lo sorprendí mirando escenas eróticas... Me dijo que era pura curiosidad. Cuando me fijé mejor en lo que estaba viendo, me dieron náuseas, pues se trataba de una mujer "virtual" a la que él podía acariciar "virtualmente" y concederle todos los deseos eróticos más desenfrenados. Él se sintió avergonzado y me prometió que no lo haría más. Yo le creí, pues siempre ha sido un hombre respetable, pero me sentí muy herida, como si realmente me hubiera engañado con otra mujer. Mi pregunta es ¿Se puede considerar el cibersexo como una nueva forma de adulterio?
What are you, a computer or a guru?

6 de febrero de 2011

Jr.





Lacan planteó que hubo un vacío en el entendimiento de la función del papá dentro de una casa en toda la obra de Freud. Se pensaba que en algún momento Freud trató de ser más, amplio y más explícito, pero no lo pudo lograr y lo que se leía hasta esa época era lo siguiente: El padre es importante en la vida de un niño, pero es el rival del niño, es aquel que disputará con el hijo el amor de la madre y disputará con el padre la importancia frente a los hermanos. Se pensaba que era una especie de segundo hombre en importancia en la casa: primero la mamá, primero la lactancia, el vínculo madre-hijo, primero la mirada de la madre y a la sombra, escondido, el buen hombre ayudaba a su esposa a pasarle el biberón a cambiarle los pañales al niño, cuidando a la mujer para que esta pueda hacer una buena labor de madre.


El concepto del padre para Lacan es revolucionario dentro del campo del psicoanálisis. Para Lacan el padre es un figura fundamental desde el primer instante de la vida del bebé; empieza él por plantear que si el padre desea a su hijo, desea que nazca, desea que viva, desea darle su apellido, el bebé se va ha dar cuenta y en ese momento el bebito va ha recibir lo que el llamó «el nombre del padre», va ha recibir la certeza de que él es bienvenido a la vida, bienvenido al mundo y amado por su padre. En ese momento será un bebe feliz por que va ha saber que pertenece a una familia, que pertenece a una estirpe, que el apellida Perencejo y que su padre fue Perencejo y su abuelo también lo fue y su bisabuelo también, y así sucesivamente siguiendo una linea que desarrolla por ese lado y que el niño siente de alguna manera una trascendencia, una permanencia.

Pensemos en como son los delirios de los psicóticos, de los enfermos mentales, todos ellos tienen que ver con un problema de la identidad, todos tienen que ver con un problema de donde vienen, de donde provienen. La identidad la transmite el padre. Por eso es que los enfermos mentales tienen delirios que tienen que ver con la identidad. Por ejemplo: Yo soy Napoleón o creo que soy homosexual y están angustiados por eso, creo que soy padre de ese niño pero no me acuerdo de cuando lo hice, son problemas de filiación. Lo que pierde un psicótico en un primer momento es su filiación, puede creer que es hijo de otra familia, puede creer que es extraterrestre, puede creer mil cosas que no son la realidad. 

El encuentro fundamental del hijo con el padre es el comienzo de la vida. No como se creía, que el padre aparece cuando el niño tiene dos años, ya es muy tarde, ya es un hijo sin padre. El padre tiene que estar presente desde el momento del parto, donde sin duda se va a dar una presencia importante y una transmisión de que «hijo quiero que nazcas», «te recibo y te traigo al mundo y quiero que estés conmigo y que recibas mi nombre», pero para que esto se de no solamente basta que se presente el padre, sino que la madre de alguna manera participe en esto haciéndole saber al hijo: «este es su padre, a quien amarás y respetarás»; el hijo tiene que ser posteriormente presentado por la madre. El padre no puede decir «tú eres mi propiedad, tú eres mi hijo y me vas a obedecer», eso no le sirve al bebe. Lo que le va a servir es que la madre haga el ritual de presentarle al padre y el padre lo reciba. Ahí el niño va a tener la impresión de que va a ser amado por el padre y el respetar a su padre. 

La presencia del padre es lo que va a dar la ley según Lacan, la ley es lo que va a dar el orden psíquico. El nacimiento de la ley va a estar ubicado, la ley vendría a ser la actitud que tiene el padre para prohibir el incesto; la ley que tiene que transmitir el padre es única: «con tu madre no te acostarás, con tu hermana no te acostarás y a mi no me matarás». Esa es toda la función que tiene que hacer un buen padre para instalar la ley, los otros aspectos son secundarios. Pero la ley llamada «la ley que estructura al ser» está dada por la prohibición del incesto. El niño que aprende la ley de la prohibición del incesto será un bebe que sin duda respetará las leyes, se respetará a si mismo, respetará el cuerpo, podrá retirarse a tiempo cuando hay una mujer que no le corresponde, ni entrará en crisis pasionales porque sabrá darse cuenta que hay una ley que tiene que respetar y que no tiene que violar ni tiene que sobrepasarse.

Salud, santé, cheers.
Chinchín.


5 de febrero de 2011

De la cuña al paralelo

La progresión desde el Viraje Fundamental al Paralelo Elemental se suele hacer de una manera espontánea; es más, en ocasiones pasaremos directamente de la cuña al paralelo sin apenas darnos cuenta. Los movimientos, gestos y posiciones que aprendimos al iniciarnos con los giros en cuña, se repiten en el Viraje Paralelo Elemental, evidentemente adaptados a la pendiente, la velocidad y demás factores que intervienen en este nuevo escalón del aprendizaje.

Al principio es aconsejable practicar los virajes en una pista con una inclinación moderada y, sin cerrarlos demasiado, enlazarlos bastante enfilados a la máxima pendiente. En las pistas un poco más pronunciadas seguramente tendremos que seguir recurriendo a la cuña para iniciarlos, aunque, a medida que vayamos practicando, mejoraremos el control y seremos capaces de adaptarlos a las distintas pendientes.