7 de febrero de 2011

(h)

Hace unos meses mi esposo comenzó a pasar mucho tiempo frente a la computadora, a altas horas de la noche y en la madrugada, diciéndome que tenía que "buscar información". Hace unos días entré inesperadamente al cuarto y lo sorprendí mirando escenas eróticas... Me dijo que era pura curiosidad. Cuando me fijé mejor en lo que estaba viendo, me dieron náuseas, pues se trataba de una mujer "virtual" a la que él podía acariciar "virtualmente" y concederle todos los deseos eróticos más desenfrenados. Él se sintió avergonzado y me prometió que no lo haría más. Yo le creí, pues siempre ha sido un hombre respetable, pero me sentí muy herida, como si realmente me hubiera engañado con otra mujer. Mi pregunta es ¿Se puede considerar el cibersexo como una nueva forma de adulterio?
What are you, a computer or a guru?

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